26 de febrero de 2007

¿En qué nos puede afectar la Globalización?



Dependiendo de a qué llamemos Globalización, su impacto en nuestra vida diaria será distinto. Si nos centramos en los aspectos tecnológicos, podemos decir que, por ejemplo, estamos leyendo esto gracias a la Globalización. Sin embargo eso no sería exacto, ya que la tecnología y, en particular, la Internet y todos los servicios que se apoyan en ella, son facilitadores de la Globalización, no "son" la Globalización.


En realidad a la hora de examinar los impactos en nuestra vida tenemos que centrarnos en los aspectos sociales, tanto los aspectos cercanos a nosotros como los que nos afectan indirectamente. "Yo puedo disponer de bienes a precios inimaginables hace sólo 10 años y planear un viaje a lugares del mundo que ni siquiera sabía que existían": he aquí un ejemplo de impacto positivo. "han cerrado la fábrica en la que yo trabajaba porque es más barato producir en ... (poner aquí el país que os parezca) ": impacto claramente negativo.

Veamos en primer lugar si realmente nos sentimos afectados o no por este proceso. Yo creo que todos sufrimos en alguna medida la influencia de la Globalización, pero por supuesto estoy deseando oir vuestras opiniones en contra o ejemplos de lo contrario.
Es cierto que el hecho de vivir en una ciudad distorsiona bastante mi percepción de la realidad, por lo que no me sorprendería ver ejemplos de gente que es capaz de vivir sin percibir ningún impacto de la Globalización.
Por tanto, en mi opinión, la mayor parte de nuestra vida está influida de alguna manera por el proceso de globalización. Desde el momento en que nos despertamos gracias al reloj digital con alarma y radio, que usa chips diseñados en Texas, fabricados en Costa Rica, montados en placas originarias de Indonesia por trabajadores vietnamitas en cadenas de montaje instaladas por Japón... ah! y con carcasa de plástico injectado hecho en Malasia; hasta que nos acostamos sobre un colchón de látex diseñado por un danés y fabricado en Italia.
Esto en cuanto a "cosas" tangibles. Están también los impactos sociolaborales, que intentaré mencionar de una forma un poco más ordenada (en una lista no exhaustiva, cuento con la audiencia y sus comentarios para completarla):

  • Horarios de trabajo: Competir con empresas situadas en paises con menor nivel de vida o leyes sociales "relajadas" (vaya eufemismo) hace que las empresas locales expriman la mayor productividad posible de sus empleados. Resultado: horarios cada vez más extensos, que hacen que la vida familiar se resienta.
    Ojo a las empresas que presumen de su responsabilidad social porque dan flexibilidad para "conciliar" vida familiar y trabajo: ESTÁN MINTIENDO. Lo último que le preocupa a una empresa es el bienestar de nadie que no sea su dueño. Al contrario, cuando una empresa instala una guardería en sus locales (la inciativa más aplaudida por todos!!!) lo que busca es que las madres y padres no tengan ningún motivo para salir corriendo a las 6, no que sean felices porque sus hijos están todo el día con ellos.
    Un efecto lateral de esto, sobre todo en las empresas multinacionales es la sincronización de zonas horarias: ¿Os imaginais una audioconferencia entre Madrid, Shanghai, San Francisco y Nueva York? Yo os lo puedo decir: es a una hora indecente para todos menos los que estamos más o menos en medio, claro que eso depende de dónde está el jefe: él tendrá su conferencia a una hora "razonable", y los demás se adaptarán.

    • SOLUCION: No hay una solución buena a esto. Sí que hay ayudas propiciadas por la tecnología, como el teletrabajo. También, dependiendo del tipo de empresa en la que trabajemos, un poco de disciplina en el puesto de trabajo permite respetar los horarios sin demasiados problemas: fuera pausas para el café que se prolongan más de 10 minutos, (lo siento): no salir a fumar cada media hora, sino cada 2 horas.... Claro que en algunos trabajos da lo mismo, la presencia física es imprescindible.

  • (In)estabilidad en el empleo: La facilidad con que los capitales se mueven entre países, la caída de barreras comerciales para permitir el paso de bienes por todas las fronteras, y la tecnología que permite formas de comunicación insospechadas hace algunos años hacen que cualquier puesto de trabajo sea "temporal". Es una inconsciencia pensar que porque tenemos un contrato indefinido estamos a salvo: Estamos a expensas de que un empresario o director encuentre una oferta mejor para realizar una tarea en otro lugar.

    • SOLUCION: La buena noticia es que la defensa (o la búsqueda de la estabilidad) de un puesto de trabajo depende en parte de nosotros mismos, y digo "en parte" porque en según qué sectores no se puede hacer nada, tenemos que aumentar nuestro valor para la empresa, hacer que se lo piense dos veces antes de sustituirnos por 3 o 4 personas en otros paises por el mismo coste. Aunque parezca contrario al sentido común, flexibilizar las condiciones de trabajo sí que mejora nuestras expectativas: los empresarios tienen miedo al compromiso a largo plazo y si saben que nos pueden echar cuando quieran tendrán más motivos para contratarnos. Por supuesto lo fundamental es demostrar que ha sido una buena idea siendo buenos en lo nuestro (ver párrafo siguiente).

  • Auge de la mediocridad: No estoy muy seguro de si esto es o no un efecto de la Globalización. Lo que sí sé es que cada vez se valora menos el saber frente al coste. O a lo mejor es un efecto de la edad (¿me estaré volviendo un poco "abuelo" que se queja de los tiempos modernos?)... El caso es que me resulta muy difícil encontrar verdaderos expertos en muchos campos: desde el mecánico que se ha convertido en un cambia piezas, con el cable del ordenador en la mano buscando el puerto de datos que le dirá qué tiene que cambiar en tu coche que no funciona (interesante cuando el ordenador se estropea y otros mediocres como él tardan 5 días en.... cambiarlo!), hasta el dependiente de la pescadería de una gran superficie que asesina las truchas y te deja dentro todas las espinas. Eso sí, los precios siguen subiendo, no parece que el ahorro que supone despedir a la gente con experiencia se traslade a los usuarios.
    Por cierto, hay quien está tentado de decir que esto es consecuencia del cambio en el sistema educativo, yo creo que es al revés: la bajada del nivel de exigencia en las empresas (a cambio de coste y posibilitado por los procesos y la automatización) se ha infiltrado en la sociedad y ha acabado por contaminar hasta el sistema educativo, con lo que tenemos el círculo vicioso perfecto: somos más mediocres porque nos educan peor y no nos importa porque para poder trabajar no es necesario dejar de ser mediocres, entonces ¿para qué estudiar mejor? Curiosamente en algunos sectores se exijen titulaciones que antes ni siquiera existían. Acabaremos viviendo en una sociedad en la que los directivos tendrán tres carreras (otro tema sería saber si les sirven de algo) y los obreros no sabrán nada aparte de lo mínimo para hacer su trabajo.

    • SOLUCION: No se me ocurre ninguna, mientras no se suba el nivel de exigencia, seguiremos hundiéndonos más y más en este marasmo de incompetencia....

  • Consumismo: La crítica favorita de los "antisistema" a la sociedad actual. El caso es que si no tuviéramos todos algo de esta enfermedad, este castillo de naipes llamado sociedad global se desmoronaría, así que no tengo claro si esto es un efecto de la Globalización o el pilar fundamental de la sociedad.

De momento no se me ocurre nada más, cuento con vosotros para continuar elaborando sobre este tema.




10 de febrero de 2007

Globalización

Globalización

Lo primero que me viene a la cabeza cuando escribo la palabra Globalización son imágenes de calles llenas de gente con bolsas de grandes almacenes llenas de objetos más o menos inútiles, o grupos de "antisistema" tirando piedras a sucursales bancarias.

¿Porqué? Porque inconscientemente asociamos Globalización a accesibilidad a bienes de todas las partes del mundo (es decir, baratos) o a problemas de nuestra vida cotidiana. Esto es la consecuencia de la campaña de Marketing que están haciendo tanto los gobiernos como las empresas multinacionales, como los grupos antisistema.

Hay muchos otros aspectos de la Globalización que no se nos han explicado demasiado y que no son tan agradables (aunque también los hay buenos, como veremos).
En primer lugar, deberíamos ser capaces de definir el término, o no podremos realizar un debate medianamente serio. He aquí la definición que da Wikipedia:


“La globalización es el proceso
por el que la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos
países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie
de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter
global. Así, los modos de producción y de movimientos de capital se configuran
a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo
que se ha denominado la "sociedad en red". En este marco se registra
un gran incremento del comercio internacional y las inversiones, debido a la
caída de las barreras arancelarias y la interdependencia de las naciones.”

No está mal, porque a pesar de que se comienza hablando de “aldea global” y otros conceptos relacionados con la cultura o las relaciones humanas, en realidad se trata ante todo de un proceso económico, y el artículo lo deja bastante claro. Fijaos en el énfasis que se da al “gran incremento del comercio internacional y las inversiones”.

¿Cómo se ha llegado a esto? En primer lugar debemos pensar en la ambición de toda empresa (y por extensión de todos los países): el crecimiento. Una empresa sólo tiene éxito y proyección de futuro si sus ingresos y beneficios crecen por encima de la inflación cada año, puesto que los inversores esperan rentabilizar sus inversiones y eso, al menos, requiere que el valor de las mismas crezca más de lo que suben los costes.

En un mundo con fronteras fuertes, el crecimiento empresarial está limitado por las posibilidades de cada país, mayores o menores, pero siempre limitadas. Es cierto que existían las multinacionales, con intereses en varios lugares del mundo, pero sólo aportaban dinero a su país de origen cuando operaban en estados débiles y ayudadas por prácticas más o menos coloniales. De hecho, en el sector de telecomunicaciones, por ejemplo, las multinacionales estadounidenses se apoyaban en la política de acuerdos y alianzas de EEUU con los diferentes estados: así nació Telefónica en España (ITT), de la mano del general Primo de Rivera.

El los años 60, este modelo fue agotándose y terminó por colapsar completamente con la crisis del petróleo a principios de los 70 debida a la guerra árabe-israelí. Las empresas necesitaban expandir su ámbito de actuación para poder crecer al ritmo necesario para no desaparecer.

En realidad esto es una simplificación, ya que se trata de un proceso bastante complejo que ha tardado cuarenta años en manifestarse con toda su fuerza.
Hay muchos factores que hacen que vivamos en un mundo globalizado:
  • Tecnología: Las comunicaciones mundiales han llegado al punto en que es posible comunicarse a través del mundo instantáneamente. Esto ha permitido, desde agilizar los movimientos de capitales hasta subcontratar trabajos que antes era imposible realizar a distancia. Por poner un ejemplo, la producción de películas de dibujos animados es un proceso realmente global: los artistas están repartidos por todo el mundo y no tienen por qué ver jamás al director o productos.
  • Libre Comercio: uno de los puntales de la globalización, ha hecho desaparecer muchas barreras arancelarias entre países. Ahora es posible pensar en producir cualquier cosa en cualquier lugar del mundo donde convenga hacerlo por costes, conocimientos u oportunidad.
  • Democracia: Sí, aunque suene a broma, la extensión de la democracia por la mayoría de los países del mundo ha proporcionado una estabilidad legislativa y política que permite a las empresas invertir con garantías. Ojo que democracia no es sinónimo de justicia social, no soy de los que se tragan esa píldora, pero al menos hace que las reglas de juego sean conocidas e iguales para todos.
  • Transportes: Las comunicaciones instantáneas no servirían de nada si no fuera posible mover los bienes y personas de un país a otro.
  • Educación: Asociada a las comunicaciones, la educación se ha extendido más que nunca (lo que hace aún más sangrantes los casos de países en los que la educación sólo llega a unos pocos), con lo que hay disponibilidad de profesionales con buenos conocimientos en la mayoría de los países.






Por fin he conseguido acabar de construir la guitarra. Han sido 28 meses de trabajo, no intenso, pero sí complicado a ratos. Lo importante es que el sonido es muy bueno, tanto en acústico como enchufada. La guitarra es muy cómoda, aunque tengo que hacer un nuevo golpeador más largo, ya que con este el control de volumen molesta un poco al tocar con púa.

Lo peor ha sido el acabado: con mi pistola eléctrica es muy difícil conseguir una capa suave de laca y requiere mucha cantidad para poder luego lijarla y dejarla suave. Además el tema del color ha sido un desastre, tal como os conté.

Teniendo en cuenta esto el resultado no ha sido tan espantoso, después de todo. Queda un look bastante Vintage sin serlo.

Estoy especialmente orgulloso del cordal de arce, se trata de un trozo sobrante el arce del mástil, que no se podía usar por tener algún nudo. Resulta que al trabjarlo con la forma del cordal ha quedado una figura más que aceptable.

En cuanto a acabado, lo que mejor ha quedado ha sido la pala (lo del nombre es una horterada, pero desde el principio decidí que le pondría ese y no se me ocurrió nada mejor ni más original; os dejo adivinar de donde viene, pero es bastante obvio).

Los clavijeros son Grover Sta-t-tite, que dan un look muy auténtico y vintage. Funcionan muy bien, y cuestan 10 veces menos (literalmente) que los Waverly que parecen ser el estado del arte de estas cosas.

El fondo ha quedado mucho mejor que la tapa en cuanto a acabado, probablemente porque al ser más dura la madera tuvo mejor suerte al prepararla (el abeto de la tapa se marcaba con tal facilidad que al final se me escaparon unos cuantos defectos).

Como podeis ver, no me compliqué la vida con los inlays en el diapasón, simplemente una florecilla copiada de la que suele poner Benedetto en sus guitarras. La pala también tiene forma de Benedetto,así como el cuerpo, aunque los agujeros en f están más paralelos que en el original.

Por último, la pastilla de Kent Armstrong suena realmente bien, y además me permitió descubrir una gama de pastillas (las Kent Armstrong), que cuestan mucho menos que otras y suenan realmente bien. Para aprovechar mejor los gastos de envío encargué una de bobina simple y me ha dejado con la boca abierta: suena mucho mejor que las Fender que yo he probado.


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