10 de febrero de 2007

Globalización

Globalización

Lo primero que me viene a la cabeza cuando escribo la palabra Globalización son imágenes de calles llenas de gente con bolsas de grandes almacenes llenas de objetos más o menos inútiles, o grupos de "antisistema" tirando piedras a sucursales bancarias.

¿Porqué? Porque inconscientemente asociamos Globalización a accesibilidad a bienes de todas las partes del mundo (es decir, baratos) o a problemas de nuestra vida cotidiana. Esto es la consecuencia de la campaña de Marketing que están haciendo tanto los gobiernos como las empresas multinacionales, como los grupos antisistema.

Hay muchos otros aspectos de la Globalización que no se nos han explicado demasiado y que no son tan agradables (aunque también los hay buenos, como veremos).
En primer lugar, deberíamos ser capaces de definir el término, o no podremos realizar un debate medianamente serio. He aquí la definición que da Wikipedia:


“La globalización es el proceso
por el que la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos
países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie
de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter
global. Así, los modos de producción y de movimientos de capital se configuran
a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo
que se ha denominado la "sociedad en red". En este marco se registra
un gran incremento del comercio internacional y las inversiones, debido a la
caída de las barreras arancelarias y la interdependencia de las naciones.”

No está mal, porque a pesar de que se comienza hablando de “aldea global” y otros conceptos relacionados con la cultura o las relaciones humanas, en realidad se trata ante todo de un proceso económico, y el artículo lo deja bastante claro. Fijaos en el énfasis que se da al “gran incremento del comercio internacional y las inversiones”.

¿Cómo se ha llegado a esto? En primer lugar debemos pensar en la ambición de toda empresa (y por extensión de todos los países): el crecimiento. Una empresa sólo tiene éxito y proyección de futuro si sus ingresos y beneficios crecen por encima de la inflación cada año, puesto que los inversores esperan rentabilizar sus inversiones y eso, al menos, requiere que el valor de las mismas crezca más de lo que suben los costes.

En un mundo con fronteras fuertes, el crecimiento empresarial está limitado por las posibilidades de cada país, mayores o menores, pero siempre limitadas. Es cierto que existían las multinacionales, con intereses en varios lugares del mundo, pero sólo aportaban dinero a su país de origen cuando operaban en estados débiles y ayudadas por prácticas más o menos coloniales. De hecho, en el sector de telecomunicaciones, por ejemplo, las multinacionales estadounidenses se apoyaban en la política de acuerdos y alianzas de EEUU con los diferentes estados: así nació Telefónica en España (ITT), de la mano del general Primo de Rivera.

El los años 60, este modelo fue agotándose y terminó por colapsar completamente con la crisis del petróleo a principios de los 70 debida a la guerra árabe-israelí. Las empresas necesitaban expandir su ámbito de actuación para poder crecer al ritmo necesario para no desaparecer.

En realidad esto es una simplificación, ya que se trata de un proceso bastante complejo que ha tardado cuarenta años en manifestarse con toda su fuerza.
Hay muchos factores que hacen que vivamos en un mundo globalizado:
  • Tecnología: Las comunicaciones mundiales han llegado al punto en que es posible comunicarse a través del mundo instantáneamente. Esto ha permitido, desde agilizar los movimientos de capitales hasta subcontratar trabajos que antes era imposible realizar a distancia. Por poner un ejemplo, la producción de películas de dibujos animados es un proceso realmente global: los artistas están repartidos por todo el mundo y no tienen por qué ver jamás al director o productos.
  • Libre Comercio: uno de los puntales de la globalización, ha hecho desaparecer muchas barreras arancelarias entre países. Ahora es posible pensar en producir cualquier cosa en cualquier lugar del mundo donde convenga hacerlo por costes, conocimientos u oportunidad.
  • Democracia: Sí, aunque suene a broma, la extensión de la democracia por la mayoría de los países del mundo ha proporcionado una estabilidad legislativa y política que permite a las empresas invertir con garantías. Ojo que democracia no es sinónimo de justicia social, no soy de los que se tragan esa píldora, pero al menos hace que las reglas de juego sean conocidas e iguales para todos.
  • Transportes: Las comunicaciones instantáneas no servirían de nada si no fuera posible mover los bienes y personas de un país a otro.
  • Educación: Asociada a las comunicaciones, la educación se ha extendido más que nunca (lo que hace aún más sangrantes los casos de países en los que la educación sólo llega a unos pocos), con lo que hay disponibilidad de profesionales con buenos conocimientos en la mayoría de los países.


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